Él sabe lo que trae y lo que se lleva

¡Hola, un gusto saludarles! Espero que estén muy bien y que Dios les bendiga.

Quería compartir con ustedes algo que el Señor me ha estado enseñando estos últimos meses, quisiera comentarles algunas experiencias y, si por medio de ellas su vida es bendecida, me alegraría muchísimo.

Hace unos meses, estaba en mi habitación y como todo ser humano, comencé a pensar en mi futuro, pensaba en las cosas que ya tenía y muchas otras que deseaba alcanzar.

No deseaba cosas muy extrañas, en realidad creo que eran bastantes normales, quería un trabajo distinto, quería tener más dinero para comprar diferentes cosas y otro montón que no vienen al caso, las menciono para, juntos ver que son deseos normales.

Pero en esa oportunidad en mi habitación, era de noche, estaba cansado y deseaba hablar con el Señor y obtener una respuesta rápida, quería una respuesta instantánea y como sabrán, no fue así.

En mi búsqueda cometí varios errores, uno de ellos y creo que el más común para nosotros los cristianos, al menos así lo creo, es pensar que mis decisiones son mejores que las del Señor, es como si yo tuviera un mayor entendimiento de lo que necesito y es bueno para mí.

Entonces, hice una oración, le dije a Dios que ya no soportaba más tomando y dirigiendo las riendas de mi vida, porque no estaba yendo en la dirección correcta y además era agotador. En otras ocasiones había declarado que mi vida era de Dios y Él la guiaba, pero la verdad es que era a medias, no había entregado todo. Pero en esa oración le dije: Señor, toma mi vida, trae lo que quieras y quita lo que quieras. Cuando terminé de orar, comencé a pensar y decir en muchas ocasiones la frase “Dios sabe lo que hace, yo solo voy a confiar”, al tiempo la verdad fue que me sentí mucho más ligero, me sentí bien y tranquilo, pero comenzó otro reto y era la CONFIANZA.

Confianza porque cuando Dios hace algo, lo hace a su tiempo y su manera. Cuando te gusta tener el control, no tenerlo provoca ansiedad, pero cuando voy a la Escritura ella me enseña a contrarrestar esta ansiedad con el siguiente versículo:

Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos – dice el Señor –. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues, así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. Isaías 55: 8-9 NTV

La mentira que Satanás traía a mi vida era hacerme pensar que no había nada bueno para mí y que mi ritmo de vida era más lento que el de los demás, y esto me llenaba de frustración, pero la Palabra de Dios se trajo abajo estos argumentos falsos. Tampoco me engaño yo mismo, soy consciente que con mis decisiones puedo durar más en el desierto de lo que debía por no obedecer y no seguir la voluntad del Señor, por esa razón es que después de esta oración de confianza, me esfuerzo por hacer lo bueno y tomar decisiones sabias, guiándome por el Espíritu Santo y también buscando mucho consejo.

Le motivo a que, si carga con ansiedad y dudas sobre su futuro, deposite esto en las manos de Dios y comience un viaje de confianza y liberación, es una experiencia necesaria y muy buena, ¡ojo! no es sencilla, pero sí beneficiosa.

Acá estoy al igual que ustedes, peleando y esforzándome por ser mejor, pero entendido de que: El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste. Salmos 138:8 NTV

Un gusto compartir esto con ustedes, espero sea de bendición, fue con mucho cariño.

Jhon Gamboa Álvarez

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